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Compositor nacido en  Pereira en 1908. Es el gran poeta del bambuco y los mejores cantantes y músicos se pelean sus obras. Suya es la letra de “por los caminos de caldas” “mariposas verde” alusivo  al departamento de viejo caldas.

En 1976 le fue otorgada “La Estrella De Antioquia” como el primer bambuquero del país. Su primera creación fue “Vicenta” escrita en 1940, su primer musicalizador fue Enrique Figueroa, al que le siguieron José Macías, Fabio Ospina y el desaparecido Joaquín Arias.

Hoy hace cien años exactamente, un 26 de septiembre del año 1908, don Florentino y doña Ana Francisca jamás se imaginaron, que ese pequeño que llenaba de alegría el hogar que conformaban, se iba a convertir años más adelante en una de las figuras más emblemáticas de Pereira.

Era una época difícil en aquel entonces. Colombia afrontaba las consecuencias que trajo la guerra de los 1.000 días y apenas se estaba reponiendo de la separación de Panamá; pero igualmente, una época excepcional que generó grandes estadistas, pensadores, escritores y poetas, camada extraordinaria en la que de manera natural sobresalió nuestro maestro.

Conmemorar el natalicio de Luis Carlos Gonzalez cada 26 de septiembre, en el dia de la Pereiranidad, es un motivo de reflexión sobre esa Pereira culta, amable, jocosa, cívica, solidaria y ejemplar de antaño. Esa, que al son de las historias de parque y de poemas, construyó sus bambucos que enamoraron a Colombia y al mundo.

Su estilo de vida, irreverente y audaz para la época, no fueron ningún impedimento para que este paradigma de la fraternidad pereirana desempeñara diversas posiciones, desde barrendero de la Personería Municipal hasta Gerente de las Empresas Públicas. Luís Carlos se ganó el cariño de la gente por sus dones y sabiduría. Tanto lo quería la sociedad de Pereira, que anecdóticamente el Club Rialto le regaló una acción para comprometerlo, y en vista de que no asistía a las reuniones, lo nombraron con sueldo de Secretario Ejecutivo del club, sólo por el simple gusto de verlo allí reunido con toda la sociedad del momento.

A pesar de ese bien ganado reconocimiento y su fama de pensador y poeta, el maestro González Mejía nunca declinó a su sensibilidad y sencillez, providencial modestia que lo llevó a declinar en muchos de los reconocimientos públicos que le hacían, convicciones que no fueron suficientes para salvarse de homenajes municipales, departamentales y nacionales.

Hay que recordar a este prominente pereirano del siglo pasado, cuyos títulos tan consagrados como "Aguardiente de caña", "Ajena", "Recuerdos", "Antioqueñita", "Besito de Fuego", "Callecita morena", "Compañero", "Cansera", "Muchachita parrandera", "Amor montañero", "Troncos secos", "Fondas de ayer", "Tarde", "Trocha de lágrimas", "La Ruana", "Los viejos", "Mi casta", "Sin palabras", "Acuarela", "Madre labriega" y "Paisaje", se convirtieron con los años en obras inmortales de éste, nuestro Picasso de la poesía.

ASÍ ES LA COSA

Depende, como lector,

De tu bondad, solamente,

Que resulte transparente

Este ayer que fue mejor,

Pues tan solo es buen humor

La vida cuando es pasado

Y es el tiempo recordado

Exquisito vino añejo

Que sabe mejor por viejo

Que por bien elaborado.

 El casero estilo rudo

De mi relato sincero

Divulgara lo que quiero

Que no sea “silencio mudo”.

Me servirá como escudo

Contra él critico barato

Saber, desde ya hace rato,

Que un mundo es cada cabeza

Y la critica pobreza

Mental que no rompe un plato.

Que tu mirada indulgente

Se bañe en sus aguas mansas

Y si al hacerlo te cansas

(Pues cansa hasta el aguardiente)

Endósalo a otro cliente

Que, leyendo seguido,

Le evite lo sucedido

Al quijote tan nombrado

Que es el libro más “comprado”,

Pero es el menos “leído”.

LA RUANA 

 

La capa del viejo hidalgo
se rompe para hacer ruana,
y cuatro rayas confunden
el castillo y la cabaña,
es fundadora de pueblos
con el tiple y con el hacha,
y con el perro andariego
que se trago las montañas.

Abrigo del macho macho
cobija de cuna paisa
sombra fiel de los abuelos
y tesoro de la patria.
Sabor de pecado dulce
y dulce calor de faldas
grita con sus cuatro puntas
el abrazo de la ruana.

Porque tengo noble ancestro 
de Don Quijote y Quimbaya,
hice una ruana antioqueña
de una capa castellana.
Por eso cuando sus pliegues
abrazo y ellos me abrazan
siento que mi ruana altiva
me esta abrigando es el alma.

© 2023 por NÓMADA EN EL CAMINO. Creado con Wix.com

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